El glamping es un concepto que está indudablemente de moda. Las personas que buscan este tipo de alojamientos quieren combinar la experiencia de acampar al aire libre sin renunciar al lujo y las comodidades de hospedajes más sofisticados.

Tienda Safari – Cottars 1920’s Safari Camp, Masari Mara, Ololaimutiek, Kenia – Imagen vía Booking.com Web
El término se empezó a acuñar a finales del siglo XIX por los exploradores británicos que abrieron las puertas al turismo africano, y deriva de la idea de ‘glamorous camping‘. Sin embargo, el glamping se remonta a Asia siglos atrás, cuando a la realeza le surge la necesidad de viajar, ya sea para ir a visitar regiones lejanas a sus residencias habituales, o para guiar a sus tropas a la guerra. Las tiendas-palacio eran grandes construcciones totalmente transportables constituidas por varias tiendas, e incluían las comodidades y tesoros habituales que podríamos encontrar en sus palacios (alfombras, coloridos ricos textiles y bordados, lujoso mobiliario y decoración, etc).

Cabaña – Glamping Ribno, Bled, Eslovenia – Imagen vía Booking.com Web
Aunque el glamping es internacional podemos distinguir varios tipos de tiendas según sus principales características comunes. Además, también se las puede clasificar según su ubicación en el globo ya que habrán heredado algunas de los elementos típicos de la región. Podemos encontrar ejemplos de glamping actual basado en las cabañas eco-lodge, las casas en el árbol, las cuevas, las tiendas mongolas, las yurtas indias, los tipis propios de América del Norte, las tiendas safari africanas, las cabañas, los pabellones, las chozas, las casas flotantes, las tiendas de lona, los bungalows, las tiny houses, las caravanas, los pods, los domos geodésicos, los iglús, etc.

Cuevas – Sextantio, Le Grotte della Civita, Matera, Italia – Cueva 8, Executive Suite – Imagen vía legrottedellacivita Web
Los glampings ofrecen al viajero estar en contacto directo con la naturaleza, y se encuentren frecuentemente dentro de parques nacionales, en zonas montañosas, campos, bosques, selvas, desiertos o playas. El número de tiendas es reducido y conservan distancias prudentes entre ellas, lo que da intimidad y comodidad al visitante.

Domo – Hotel Aire de Bardenas, Burbujas, Tudela, España – Imagen vía magazine.archtalent.com Web
Por un lado, el glamping se muestra como una alternativa más ecológica al turismo tradicional, ya que los recursos empleados son inferiores a los utilizados en las acostumbradas edificaciones hoteleras, y suelen utilizarse energías renovables como la solar o la eólica para el funcionamiento de estos espacios. Muchos de ellos ofrecen actividades al aire libre integradas a la naturaleza, como excursiones, actividades de manualidades artesanales locales o clases en grupo, fomentando los valores socio-culturales.

Cabaña en el árbol – Tree Hotel, The Birds Nest, Harads, Suecia – Imagen vía Tree Hotel Web
Por otra parte, el glamping es sinónimo de turismo a medida y exclusivo. Las actividades suelen ser totalmente adaptables a los gustos y a las necesidades de cada viajero. Y también cuentan con servicios complementarios de cocinero veinticuatro horas, guías privados, masajistas, spas, etc.

Tienda Campaña – Larapinta Trail Walk, Fearless Camp, Alice Springs, Australia – Imagen vía larapintatrailwalk.com Web
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