Bode es una firma de moda estadounidense que nació a manos de la joven diseñadora Emily Adams Bode en 2016; destaca por el uso de tejidos reciclados; enfocados en la moda masculina.
Su primera colección masculina fue presentada en la Semana de la Moda de Nueva York; siendo la primera mujer en desfilar sobre la pasarela masculina de la ciudad presentando diseños para hombres; ya que es algo que suele ser inusual. Y desde entonces, tan sólo lleva cuatro colecciones y se ha convertido en una de las firmas masculinas más deseadas en Nueva York.
La diseñadora estudio primeramente Filosofía pero luego se formo en Diseño de Moda Masculina; además realizo practicas en Marc Jacobs h Ralph Lauren; además de especializarse en patronaje.
El secreto: su estilo retro y exclusivo utilizando tejidos reciclados y vintage junto a técnicas domésticas de la costura artesanal como el patchwork y el bordado unido al uso de siluetas workwear o ropa de trabajo; creando piezas oversize, siluetas de los 70, trajes de chaqueta estructurados, camisas y bufandas con patchwork o cardigans largos de punto. Podríamos decir que une en perfecta armonía la delicadeza y cercanía de las técnicas artesanales como el bordado, el acolchado y el patchwork con piezas propias de la sastrería masculina.
Una de las principales esencias de la firma es la pasión por los tejidos y siluetas antiguas; y es que la joven diseñadora ya desde pequeña se apasionó por el coleccionismo del que se nutria en su familia; así su abuelo coleccionaba americanas antiguas y su madre le llevaba a mercados de antigüedades.
Y el resultado: sus primeras colecciones creadas a partir de tejidos y edredones de los años 50 encontrados en baúles cerrados; dando como resultado siluetas workwear contemporáneas y a la vez con toques vintage.
Un estilo con aires frescos que está triunfando entre el público masculino que desea vestir de forma más auténtica; este reciente éxito y aumento de demanda ha conllevado a que la diseñadora se plantee otras formas de producción; así la necesidad de encontrar de forma constante textiles únicos ha hecho que trabaje con una fabrica de la India que repara edredones que luego serán usados para crear las prendas; las cuales son confeccionadas en Nueva York.
Además la marca se ha expandido a través de 40 puntos de venta por el mundo; entre ellos en Madrid; además de disponer de su página web.
Y desea incorporar nuevas ideas como una biblioteca textil que cataloga las historias detrás de cada prenda y el origen de los tejidos; además de archivar la historia de los textiles y las técnicas de elaboración.
Sin olvidar otra de las esencias de la marca: ser una moda sostenible que recicla tejidos que de otra forma acabarían tirados al vertedero.
A día de hoy, el 40% de nuestra colección está realizada con telas antiguas y para mí es muy importante mantener esta práctica que he heredado de mis abuelos y de mi madre, a los que les encantaba coleccionar antigüedades cuando yo era pequeña, así que crecí recopilando todo tipo de objetos
Me interesa la conservación. Trabajamos con objetos desgastados que necesitan nueva vida y materiales que de otro modo acabarían desechándose
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