El tiempo pasa volando, ya hemos dejado atrás la temporada estival para adentrarnos en una nueva estación: el otoño; conllevando el inevitable y a veces temido cambio de armario. Pero que no cunda el pánico, porque hoy vamos a daros unas claves importantes para que puedas realizar el cambio de armario de forma exitosa y lo más importante sin agobios y caos. ¡Comenzamos!
Antes de todo, tenemos que tener en cuenta que las prendas otoñales como jerseys, chaquetas o pantalones ocupan más espacio que las de verano, por lo que una buena organización es fundamental. Y ahora sí, comenzamos con las claves para llevar a cabo un cambio de armario otoñal.
Lo primero que tenemos que hacer es una limpieza de prendas y accesorios, esto quiere decir que tanto las prendas de verano que vamos a guardar en cajas como las de otoño que tenemos que sacar de haber estado guardadas vamos a seleccionarlas; y nos quedaremos con las que realmente nos gusta, nos queda bien y usamos habitualmente.
Y las que no queremos ni usamos, podremos regalarla o donarla. Una buena idea para saber que prendas puedes desechar es haciendo el truco de la percha que consiste en colocar las prendas con la percha al revés al principio de la temporada y cuando vayas a hacer el cambio de armario, si la percha continua estando al revés significa que no la has usado.
Además haremos una limpieza de armarios y cajones para que todo este listo para comenzar a organizar las prendas; para ello lo ideal es primero pasar la aspiradora para absorber pelusas y polvo y después pasar un paño húmedo por todas las superficies y después secar; podemos además agregar bolsitas de flores secas para que nuestra ropa huela bien.
El segundo paso es ordenar las prendas creando diferentes secciones para que nos sea más fácil poder encontrar la ropa que queramos usar. Así guardaremos los pantalones por un lado, las camisas por otro, las chaquetas juntas y así todo lo demás. Para ello, haremos uso de cajones donde guardaremos las prendas más pequeñas como ropa interior, calcetines o pijamas. También usaremos perchas donde dispondremos la ropa que más solemos usar. Y también es importante que coloquemos primero la ropa más pesada al fondo del armario y la más ligera en la parte más visible.
En cuanto a la ropa de verano, lo ideal es airearla e incluso lavar algunas piezas y plancharlas antes de guardarlas en bolsas al vacío o cajas. Para los zapatos de verano lo ideal es que tengan su propio armario y que los guardes en cajas o fundas de plásticos transparentes; y así dejar espacio para las botas y calzado cerrado otoñal.
Las zonas ideales para guardar las prendas veraniegas son las baldas tanto bajas como altas, los cajones y la mejor forma es guardarlas en bolsas al vacio que ocupan menos espacio.
Por último, una de las mejores técnicas para guardar la ropa tanto la estival como la otoñal es el doblado vertical que promueve Marie Kondo y se basa en plegarla de forma intencionada en tercios ayudando a reducir el volumen de las prendas, poder identificar de forma más sencilla los colores de las prendas y poder guardar varias prendas en pequeños espacios.
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