Rondaba el año 1974 cuando Jesús del Pozo abre su tienda de moda masculina en la calle Almirante en Madrid. Pero lo que él no sabía en ese momento es que marcaría para siempre la historia de la moda española, convirtiéndose en una importante influencia en las generaciones posteriores con su estilo único que traspasaría las fronteras españolas.
Jesús del Pozo nació en diciembre de 1946 y cuando era joven estudió Ingeniería Industrial y Diseño de muebles y arquitectura de interiores; más tarde trabajaría en un negocio familiar de cesteria e incluso estuvo viajando durante dos años por Alemania, Turquía, Gran Bretaña y Grecia, lugares que le sirvieron de inspiración.
A su vuelta a España, creo su marca homónima de moda masculina y muy pronto su tienda se convertiría en uno de los puntos más vanguardistas de la movida madrileña. Años más tarde, mostró sus colecciones masculinas en desfiles de París y Alemania.
En 1985 lanza su primera colección de mujer que presenta en la que por aquella época era el principal escaparate de moda nacional; la Pasarela de Cibeles de Madrid.
Del Pozo apostó por la artesanía, la moda nupcial y la industrialización de la moda. También se atrevió al diseño de relojes, gafas, joyas, pañuelos, lenceria, ropa infantil y perfumes como Duende que ayudó a mejorar las finanzas de la firma.
En 1997 su firma se extiende por otros países como Japón lanzando la marca J.D.P y un año antes se consolida como uno de los primeros diseñadores de moda nupciales; además de comenzar a producir de forma industrial sus colecciones prêt-à-porter.
Su estilo era directo y sencillo, influenciado por una de sus pasiones; la arquitectura, de ahí sus diseños de volúmenes y formas; sin olvidar el uso del color y las texturas. Además de inspirarse en la literatura y el teatro, llegando incluso a diseñar el vestuario y escenografía de obras teatrales, zarzuelas, óperas y bales. Destacando piezas como la de Carmen de Bizet en 2000 donde diseño las prendas o su colaboración en la ópera Farnace de Vivaldi en el Teatro de la Zarzuela donde ademas del diseño de vestuario llevo a cabo la escenografía.
Otra de sus importantes fuentes de inspiración eran sus relaciones personales, siendo el fruto de su estilo. Amigos del mismo sector como Adolfo Dominguez, ambos comenzaron creando ropa para hombre, arquitectos como Alberto Campo Baeza, quien diseño la tienda del diseñador y otros como el fotógrafo Juan Gatti.
Y musas como la cantante Ana Belén por su imagen de mujer intelectual, independiente y de gran personalidad. Así para el diseñador el intercambio cultural era imprescindible para tener nuevas ideas artísticas.
Mi relación con la gente y con mis amigos tiene que ver con la ropa que yo hago. Son relaciones muy directas, muy claras, no hay dobles sentidos.
Su moda era atemporal, clásica y sutil de formas extrañas, asimétricas y geométricas con superposición de capas en colores neutros como mostaza u oliva, dejando a un lado lo estridente. Era alta costura llena de experimentación, delicadeza y artesanía
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Jesús del Pozo fue sin duda un arquitecto de la forma, un pintor para el color, un músico para la armonía y un filosofo para el equilibrio. Que nos ha dejado un legado de obras de arte para siempre.
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