El maquillaje es una práctica ancestral que se utilizaba en culturas antiguas como la de Egipto, la Antigua Roma, la India o la Chica Imperial. Y hoy vamos a descubrir la historia de la estética y los cánones de belleza a través del maquillaje en el país oriental.
En el Imperio Chino, la cosmética es una tradición antiquísima; ya en el siglo III a.C, las mujeres usaban maquillaje artesanal con productos naturales. Por lo general, el canon de belleza se basaba en una mujer delicadamente maquillada, con un cutis muy cuidado y delicado en especial de tez blanca ya que estaba asociado a las clases altas y al poder; además de mostrar una imagen de mujer frágil como si fuera de porcelana. También se consideraba bello tener unos rasgos pequeños, unos dientes blancos y unos ojos luminosos. El maquillaje se basaba en finos polvos de color rosado, rojo o anaranjado y los ojos se marcaban con tinta china.
Según las diversas dinastías que se produjeron a lo largo del imperio, el maquillaje fue cambiando. Así durante la Dinastía Qin ( siglo 3 a.C) y la Dinastía Han se comenzó a fomentar el canon de belleza de piel blanca asociado al poder. Además se dio mucha importancia a los labios, sobre todo maquillarlos en rojo intenso y brillante, pero dibujando una mancha grande en el labio inferior y una menor en el labio superior.
Nacería el primer labial que comúnmente estaba compuesto por pigmentos de colores obtenidos de minerales, zumos o sangre animal. Así apareció el Bermellón, compuesto con mercurio, que más tarde se le agregaría cera y grasa animal, creando un labial de rojo intenso.
Más tarde, los labios se empezaron a pintar en forma de abanico. Y durante las Dinastías Sui y Tang (siglos 6-10) se cambiaron de diseño, los labios estaban de moda maquillarlos en forma de cereza. Por último, durante la Dinastía Tang se experimento a llevar los labios negros pero no tuvo mucho éxito, pero si comenzó a dar importancia a las cejas: afiladas, puntiagudas y oscuras.
Si deseas descubrir más sobre la estética en la China Imperial, no te pierdas el próximo artículo.
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