Hoy vamos a adentrarnos en el mundo de dos importantes divas que marcaron no sólo la cultura española, sino que fueron también importantes iconos de moda que toda mujer quiso desear ser.
Sara Montiel fue la diva española de los años 50, llena de pasión, sensualidad y estilo. Derrochaba glamour y exuberancia con sus estilismos de joyas brillantes y abrigos de piel.
No sólo triunfo en el cine, siendo la primera mujer española en ir a Hollywood, sino que también fue una mujer transgresora en plena época del franquismo, además de ser un icono de moda gracias a su forma de vestir excesivamente femenina.
Su estilo de vestir era único lleno de picardía y exceso donde no podían faltar esmeraldas y diademas, siendo una auténtica coleccionistas de maravillosas joyas que no podían faltar en cada estilismo que vestía. Junto a su abrigo de piel, otra prenda que no faltaba en su armario. Además le encantaba el brillo, el dorado, las lentejuelas y el negro.
Durante los años 40 trajo a España el estilo sensual pin up, que triunfaba en América. Además la influencia de Hollywood y las estrellas americanas de la época le influyo en su forma de vestir dando lugar a que en su fondo de armario no faltara el encaje, los escotes pronunciados, la pedrería o las transparencias.
Aún así Sara se adapto a las nuevas tendencias de los años posteriores; así en los 60 vistió estampados psicodélicos y sombras de ojos de colores llamativos. En los 80 no se resistió a las hombreras, al cuero y a los cardados pero sin olvidar sus joyas llamativas.
En sus últimos años, ella siempre coqueta vistió túnicas de lentejuelas y sus amigas inseparables: las joyas exuberantes.
Raffaella Carrà no sólo fue una cantante, bailarina y actriz importante tanto en Italia como en España; también fue un referente en la moda gracias a su valentía y transgresión para romper moldes y mostrar una actitud de libertad y feminismo. Sin duda, la Carrà fue una diva que marcó una época y que todos recordaremos para siempre, no solo por sus canciones y coreografías sino por ser un icono de estilo especialmente de los año 70.
En la época en que Raffaella se presentó en España con sus canciones pegadizas de letras que mostraban la libertad sexual de la mujer; en el país todavía se respiraba machismo, desigualdad y las mujeres todavía no eran totalmente libres. Pero la artista no tuvo miedo en mostrar sus ideas transgresoras también con su forma de vestir y su peinado.
La diva trasmitía alegría, color y sensualidad gracias a su inconfundible melena bob platina con flequillo recto junto a vestidos ajustados a la figura que dejaban ver piernas y escote sin faltar el color y la purpurina. Además de prendas que dejaban al descubierto el ombligo, parte del cuerpo que en la época de los 70 estaba mal visto enseñar y cómo no eso creó polémica; ganándose en su país el apodo de “el ombligo de Italia”.
Sus estilismos estaban influenciados por las tendencias pop y disco del momento; así estaban llenos de colores vivos como fucsia, rojo o naranja junto a mucha lentejuela y strass en materiales ajustados como la licra o con brillo como el satén. Por lo general, sus looks eran creados a su medida y bajo sus indicaciones.
Su estilo ha llegado a nuestros días, siendo fuente de inspiración para cantantes como Lady Gaga, Madonna o Christina Aguilera.
Sin duda, la Carrà será siempre recordada como una diva feminista icono de moda de los años 70.
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