En el pasado, como ya sabemos por lo general las mujeres estaban destinadas exclusivamente a los roles de esposa, madre y ama de casa, pero también existían mujeres que tenían otros anhelos, y que aunque el mundo de afuera estuviera ocupado casi todo por hombres, ellas se lanzaban y se dedicaban a otras facetas diferentes como es el caso de la artista Frances McLaughlin-Gil que en los años 30 fue la primera fotógrafa en trabajar en la revista Vogue.
Hasta entonces sólo había sido tarea de hombres, pero llegó ella y colaboro con la revista y en general para la industria de la moda durante más de dos décadas.
Frances McLaughlin-Gil nació en 1919 en Nueva York, estudió Arte y Pintura, y su llegada a Vogue America fue gracias a que ganó un concurso de fotografía. Así con tan sólo 24 años, se convirtió en una de las primeras fotógrafas de la revista, y aunque estaba más limitada que sus compañeros masculinos, pudo mostrar a una mujer más relajada y delicada con el vestuario elegante de la época. Además se dedicó al fotorreportaje y al cine independiente ganando un premio con su película Cover Girl.
La artista estuvo casada durante diez años con el fotógrafo Leslie Gill, con quien tuvo una hija. Después de la muerte de su marido, se dedico exclusivamente al cine, la enseñanza y la fotografía.
Sin duda, fue una mujer que supo que las reglas están para romperlas. Ella fue esposa, madre, fotógrafa y artista pero sobre todo fue una mujer que sabía que era un ser libre.
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