Ya unos años atrás se hablaba de la tendencia del coliving como una alternativa de vivienda, turismo e incluso teletrabajo en grandes ciudades, y en los últimos meses han vuelto a surgir numerosos proyectos al respecto debido al aumento de la demanda.
Noticias como Aumenta 20% la demanda de coliving en la CDMX, Aticco se lanza al ‘coliving’: 300 habitaciones en 2021 y Coliving, la modalidad de alojamiento turístico que busca crecer en la pospandemia muestran esta tendencia en alza. Pero más allá de la tendencia social, en este artículo queremos hablarte de ella desde una perspectiva de diseño arquitectónico.
¿Qué es un coliving?
Coliving es el acto de vivir con compañeros, compartir espacios y experiencias. Cada miembro obtiene una habitación privada amueblada, espacios compartidos de estilo impecable, un diseño de apartamento diseñado especialmente para sus necesidades, todos los servicios públicos, limpiezas semanales, suministros básicos para el hogar y eventos comunitarios organizados en un solo pago de alquiler.
¿Cómo diseñar viviendas de coliving?
El éxito de un coliving se logra cuando compartir se convierte en una ventaja, no en una carga. Los arquitectos aspiran a crear el tipo de entorno que promueva esto, pero el mayor desafío es el hecho de que no existe un comportamiento humano garantizado basado únicamente en la arquitectura.
Se necesita una parte de diseño espacial, una parte de operación reflexiva y una parte de suerte. Solo cuando las tres cosas funcionan, obtienes el éxito.
Puedes tener el espacio más perfecto y hermoso, con proporciones de uso compartido marcadas y cada detalle abordado, pero sin las operaciones adecuadas, la comunidad no tiene el marco para existir. La conexión física, visual y auditiva entre humanos no siempre es suficiente para alentarlos a convivir. Luego, por supuesto, está la suerte: gran química entre los compañeros.
Una de las cosas más emocionantes de la convivencia en el contexto moderno es que puede crear un conglomerado intelectual. Si las personas pueden vivir en un entorno en el que puedan entablar conversaciones significativas, entonces existe una creación de valor por medio de la densidad. Los arquitectos tenemos las herramientas para crear oportunidades de interacción entre las personas.
Un gran diseñador no solo logrará la composición ideal, sino que se anticipará a las necesidades y problemas del usuario final. El buen diseño puede crear ambientes agradables y felicidad. La luz y el aire adecuados nunca se pueden sobrevalorar.
Lo más importante para que un espacio esté bien diseñado, según Jenn Chang, Directora de Arquitectura de Common es:
La clave para un espacio de convivencia bien diseñado es el concepto de privacidad en capas. Por cada espacio que se proporciona preguntamos: ¿cómo se utiliza y cuántos residentes tienen acceso a él? En un mundo perfecto, un miembro tendría su propia habitación privada, compartiría un baño con un compañero de cuarto, una cocina con 5 personas, una sala de estar con 12 personas, un salón comunitario con 16-30 personas, una sala de cine con 100, una sala de juegos con 200, un espacio para fiestas con 500 y un café público con el resto de la ciudad. La superposición exitosa de las proporciones de uso compartido puede brindar a todos acceso a más tipos de espacios, todo mientras usan la misma cantidad total de espacio.
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