Durante los años 70 primero tenías que liberar tu mente y después tu ropa. Era una época donde los sujetadores se dejaron guardados en el armario, se protestaba en contra de la guerra y a favor de la paz, la psicodelia inundaba las calles y existía la filosofía de la flor.
Los jóvenes dejaban su hogar para cumplir su sueño; viajar y descubrir las rutas hippies. Y la moda se convirtió en un reflejo del momento: prendas llamativas llevadas tanto por hombres como mujeres, ropa de otros países, y sobre todo cómoda y holgada.
De los recuerdos de las rutas hippies, se introdujeron en el armario prendas como las faldas gitanas de retazos, los ponchos sudamericanos y los abrigos afganos; y de la búsqueda de la paz y la meditación se pusieron de moda los yoguis hindúes y algunas prendas como las camisas de estopilla tipo túnica, las faldas largas y los collares de cuentas.
Tanto chicos como chicas solían llevar vaqueros con flecos o personalizados con parches, retazos o pintura junto a camisetas ajustadas al cuerpo; y sobre todo el pelo largo con la raya en medio.
A las chicas les encantaba la minifalda, prenda protagonista de la época que se acordaba cada vez más y se llevaba sobre todo con botas altas y cuellos de cisne. Pero también se acampanaron los pantalones, abrigos, chales y caftanes.
Las estrellas del pop marcaban tendencias y diseñadores como Zandra Rhodes y Ossie Clark vestían a las mujeres con largas gasas estampadas pareciendo mariposas psicodélicas.
Otros como Yves Saint Laurent promovieron prendas masculinas para las mujeres como el traje masculino Smoking.
Los flecos, los pañuelos en la cabeza y las botas altas blancas se convirtieron en símbolos hippies.
Pero también llego el punk en las calles de Londres y Nueva York como reacción a los ideales hippies y las mujeres llevaban pantalones estrechos de cuero o de leopardo con botas Doctor Marteen. Se hacían piercing, se afeitaban el pelo, se lo teñían y se peinaban en punta. Los precursores; Vivienne Westwood y Malcom McLaren.
A finales de los 70, la moda se volvió más práctica, aparecieron nuevos diseñadores pret-a-porter como Sonia Rykiel y la ropa de lana, Armani creaba ropa para la mujer trabajadora y Calvin Klein y Ralph Lauren lanzaban vaqueros de diseño. La moda se iba alejando de la psicodelia e iba buscando conceptos modernos y básicos.
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