El diseñador del mes: Elie Saab

Si hay alguien que puede convertir una pasarela de moda en un auténtico cuento de hadas es el diseñador Elie Saab. Fiel a su estética majestuosa, femenina y llena de sensualidad se ha convertido en uno de los grandes diseñadores de Alta Costura.

El diseñador libanés nació en 1964, y con tan sólo 18 años lanzó su propia marca de moda en Beirut en plena Guerra Civil. Presentó entonces su primera colección, abrió una pequeña tienda, y trabajaba en un taller en el que confeccionaba trajes de novia. Sus diseños glamurosos bien le valieron el título de genio precoz ganándose una gran clientela entre la sociedad más selecta de Oriente Medio.

Desde niño siempre supo que viviría de hacer bonitos vestidos, y el diseño y la moda ha sido siempre su gran pasión. Aprendió a coser de manera autodidacta, aunque más tarde estudió diseño de moda en París. Empezó a conocerse en Europa en los años 90 haciendo presentaciones privadas en Francia y Suiza. Y en 1997 Elie Saab fue el primer diseñador no italiano en formar parte de la Cámara de la Moda Italiana, presentando ese mismo año su primera colección en Roma.

A partir del 2000 dio el salto a París compartiendo pasarela con los diseñadores más consagrados, e introduciendo aire fresco en la costura francesa al que le han seguido otros diseñadores como el también libanés Zuhair Murad.

Sus diseños son de los preferidos por las actrices y celebridades de Hollywood, y su gran momento llegó en la ceremonia de los Oscar 2002 cuando Halle Berry se llevó la estatuilla por Monster’s Ball deslumbrando con un vestido confeccionado por Saab. Y por supuesto, una de sus clientas más fieles es la Reina Rania de Jordania, de la que el diseñador asegura que “no es sólo una clienta, es una imagen y un modelo a seguir para la mujer de Oriente Medio. Tiene un gran corazón y me siento muy unido a ella”.

Hijo de un comerciante de maderas y una ama de casa, está casado y es padre de tres hijos. Ha hecho de su mujer su gran musa, a la cual conoció en su taller parisino cuando acompañaba a su hermana a encargar su traje de novia. Para él los diseños nupciales son sus favoritos, ya que piensa que es uno de los días más importantes para una mujer y quiere que se sienta así. En España los podemos ver en la colaboración que tiene con la casa española Pronovias.

En un año tiene alrededor de 1000 encargos y puede llegar a producir más de un millar de trajes, todos elaborados a mano. Su estilo es único y reconocible por todo el mundo. Cada traje es una obra de arte hecha con envolventes vestidos de seda, muselina, gasas y tules adornados con multitud de bordados, pedrería y ligeros drapeados que toman forma de manera natural. Todo está pensando hasta el último detalle, pero siempre de forma que realce sin lugar a dudas la belleza de la mujer.

Un joven diseñador que ya se ha convertido en uno de los más consagrados y aclamados de la Alta Costura.