Retornamos a los psicodélicos años 60 donde aparece en escena una musa, actriz y modelo delgada con pelo corto llamada Edie Sedgwich.
La joven Edie procedía de una familia rica desestructurada, estudió Bellas Artes y se marchó con ganas de probar experiencias nuevas a un piso heredado en pleno Nueva York. Allí, conoció al artista Andy Warhol y desde su encuentro se hicieron amigos. El artista quedo cautivado de la belleza de Edie, y le propuso que fuera actriz de sus películas. Y así fue.
Edie y Warhol parecían gemelos. Ella se tiño y corto el pelo de forma semejante al artista, llevaban camisetas a rayas y acudían a todas las fiestas. Se convirtieron en los superstar del mundo underground.
La musa conoció The Factory, convirtiéndose en un lugar cotidiano donde trabajaba como actriz, y también se divertía en las fiestas que se celebraban allí. Probó las drogas. Edie se enamoró. Conoció al cantante Bob Dylan, pero él estaba comprometido; aún así se dice que hubo una historia entre ellos.
Sus cejas anchas, su pelo corto rubio cenizo, su sonrisa dulce, sus pendientes largos y su silueta delgada llamo la atención y ya en 1965 había sido protagonista de algunas páginas de la revista Vogue.
Realizó varias películas dirigidas por Warhol, como Kitchen que se desarrolla en una cocina. Las películas warholianas no pretendían tener significado. También participo en el documental Ciao Manhattan! de David Weisman y John Palmer; que retrata la época de los años 60 donde Edie habla de los horrores del speed.
La It girl junto con otras modelos como Twiggy popularizaron el estilo Mod; procedente de la subcultura del mismo nombre que surgió de los 50 a los 60. Mod proviene de la palabra Modernist. La estética Mod se basa en moda andrógina, líneas rectas, figura aniñada, corte de pelo pixie y en cuanto al maquillaje se pretendía agrandar los ojos dibujando una línea sobre el párpado junto con pestañas postizas.
Su vida fue empeorando debido a su adicción a las drogas. Su relación con Andy Warhol empeoró y se alejó de Factory.
Las prendas que utilizaba eran muy básicas, líneas rectas y pocos colores. Llegaba a una fiesta en mallas de ballet o usaba unas pestañas postizas y un abrigo de piel para ir a dar un paseo por la mañana. Fue la transición caótica entre los sesenta y los setenta.
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