Alexander McQueen fue un artista que utilizo la moda como medio de expresión, creando un estilo barroco, gótico, dramático y onírico. En su corta pero intensa carrera mostró una moda bella pero dolorosa llena de sensibilidad gótica, fetichismo, salvajismo y feminidad.
El diseñador nació en marzo de 1969 en Londres; desde joven le gustaba vestir a sus hermanas y con sólo 16 años dejó los estudios para trabajar como asistente en la tradicional sastrería de Savile Row; luego aprendió a la perfección los seis métodos de corte del Siglo XVI que formarían parte de su firma personal en Angels and Bermans, una compañía especializada en costura para la industria del teatro.
Más tarde viajó hasta Milán donde trabajo como asistente de diseño para Romeo Gigli; siendo una de sus etapas más enriquecedoras. Luego en 1994 decidió estudiar un máster en diseño de moda en la prestigiosa escuela de Saint Martins, junto a otros talentos de la época como Stella McCartney o John Galliano.
Su desfile de graduación “Jack the Ripper Stalks his Victims” llamó la atención a la editora de Vogue UK del momento; Isabella Blow, quien la compraría en su totalidad, además de convertirse en una de las personas importantes para el diseñador.
Después de terminar sus estudios, Alexander fue convirtiéndose en un reconocido diseñador que unía a la perfección la tradición artesanal de la moda con diseños atrevidos y polémicos de cortes angulares y agresivos. Además del deseo de expresar el bien y el mal en sus diseños; por ello la provocación era su punto fuerte; dando lugar a que lo conocieran como el enfant terrible de la moda.
Ganador al premio como diseñador británico del año de forma consecutiva durante cuatro años; mostró una moda sin normas pero a veces también confusa; recreando formas de sufrimiento como la penitencia y la redención que refleja los cuadros medievales del Bosco, la apariencia de ser maltratadas que tenían a veces sus modelos sobre la pasarela, las alusiones a momentos históricos de masacres como la acontecida de los ingleses a Escocia.
O el aire gótico que refleja nostalgia y feminidad de los cuentos de Edgar Allan Poe o los Hermanos Grimm. La oscuridad formo parte de su sello personal.
“Desde el cielo al infierno y vuelta a empezar, la vida es bastante graciosa. La belleza procede de los lugares más extraños e incluso de los más desagradables”.
En 1996 fue nombrado diseñador jefe de una de las casas de moda más tradicionales francesas: Givenchy; sustituyendo a John Galliano. Su trabajo con una perfecta técnica y mucha creatividad fue hasta 2001 sin dejar de crear para su marca; luego pasaría a ser director creativo de Gucci.
Por desgracia, en febrero del 2010 una semana después de la muerte de su madre; decidió quitarse la vida con tan sólo 40 años, justo unos días previos a su desfile en la Semana de la Moda de París. Un año después de su muerte, el Museo Metropolitano de Nueva York creó una exposición de sus diseños llamada Savage Beauty como homenaje.
Sus diseños han pasado a ser objeto de culto destacando esa belleza oscura; a través de cortes agresivos que mostraban su desnudez emocional, sus miedos y su dolor. Una moda que parecía sacada de un cuento de hadas gótico de encajes, cuero y plumas.
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