Zapato: calzado que cubre total o parcialmente el pie acompañado de una suela que protege el pie. Esta podría ser una definición breve de uno de los complementos más importantes para la moda. Sin un buen calzado, un estilismo pierde poder; y a quién no le gusta unos bonitos zapatos. Todo experto en moda, necesita conocer los tipos de calzados que existen, así que hoy vamos a descubrirlos.
Comenzamos con las clásicas alpargatas de verano con su suela de esparto, y su hermana las sandalias rústicas llamadas avarcas creadas con materiales como el cuero o el caucho. Sujetas al empeine y tobillo de origen artesano creadas en Menorca.
Las bailarinas planas cuyo origen se remonta a las zapatillas de ballet. Son un calzado versátil utilizado durante todas las épocas del año.
Zapato de caña alta o botas, ideal para el invierno ya que protege todo el pie y parte de la pierna; entre ellos las Mosqueteras a la altura de los muslos o las Wellington o botas de agua.
Y los botines que terminan a la altura del tobillo, que existen en diferentes modelos como los Chelsea con elásticos laterales o los Dr. Martens o militares.
Creepers o deportivas de lona con suelas bien gruesas. Populares durante los años 50 por los rockabilly y más tarde por los jóvenes punk de los 70.
Los zapatos de salón D’Orsay con abertura en mitad del zapato.
Merceditas o zapatos con una tira por encima del empeine. Existen en diferentes modelos desde planas al estilo bailarina o con tacones.
Los mocasines son zapatos que se adaptan al pie y carecen de todo tipo de sujeción; suelen tener borlas como adorno y su origen se remontan en el calzado a base de piel sin curtir de los nativos americanos.
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