El dúo de diseñadores holandeses Viktor & Rolf se unieron con tan sólo 18 años, a principio de los años 90, justo después de terminar sus estudios de moda en la Escuela de Arnhem en Holanda y hasta entonces siguen creando y rompiendo esquemas. Transgresores, rebeldes, experimentales y provocadores; en definitiva artistas postmodernos que ven la moda como una expresión artística.
En sus comienzos, siguiendo su esencia innovadora; crearon un desfile de moda en miniatura como si fuera un desfile de muñecas. Además de una edición limitada de frascos de perfume que no contenían nada ni podían abrirse inspirándose en la transtextualidad de la obra donde el objeto pierde su funcionalidad y se convierte en una metáfora. Estas creaciones fueron expuestas en la galería de arte Torch de Amsterdam.
Unos años más tarde, se convirtieron en diseñadores de Alta Costura. Su principal motivo: la posibilidad de experimentar y crear lo que deseaban dejando a un lado las restricciones y lo rutinario.
Su estilo une el minimalismo y el barroco jugando con los volúmenes y las formas exageradas y sobre todo desafiando la silueta del cuerpo.
Así todo lo que toca el dúo se convierte en innovación y trasgresión desde la tienda que había en Milán que ya fue cerrada; donde todo estaba al revés; el techo en el suelo, y el suelo en el techo hasta los desfiles de moda que llevan a cabo; perfomances donde la puesta en escena es vital como uno de ellos donde las modelos bailaban sobre la pasarela en vez de desfilar o cuando las modelos tenían que transportar su propia andamiaje con focos incluidos.
Originalidad en estado puro que muestra a dos verdaderos artistas que buscan darle un significado a la moda y sobre todo un forma de comunicación.
“Para nosotros, la moda es un antídoto de la realidad”. Viktor & Rolf
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