Tras hacer un recorrido por la historia de Vogue desde sus comienzos hasta la actualidad; en este artículo toca hablar de sus famosas portadas, que un día fueron verdaderas obras de arte y aún siguen siendo destacadas. Pero hace un tiempo atrás, las portadas de Vogue eran creadas por prestigiosos pintores, ilustradores y fotógrafos. Aquí van algunas portadas que merecen ser recordadas junto con sus autores.
Con el nacimiento de la revista aparecieron hermosas portadas de ilustraciones de estilo victoriano por parte de ilustradores como McVickar o Allen St. John.
Más tarde en los locos años 20 las portadas estaban influenciadas por el estilo Art Déco, movimiento artístico que reflejaba elegancia, sensibilidad y belleza, además se mostraba una nueva mujer con actitud desenfadada, a través de ilustraciones de grandes artistas como Georges Lepape, francés que trabajó también para grandes diseñadores de moda como Lanvin o para otras revistas como Harper’s Bazaar. Su estilo estaba influenciado por la cultura oriental y los Ballets Rusos creando ilustraciones de mujeres a través de líneas sinuosas; destaca la portada donde aparece una Venus de Botticelli.
Otro pintor e ilustrador que destacó durante esa época fue el español que trabajó para Vogue y otras revistas populares. En sus ilustraciones para la revista destacan las formas geométricas propias del cubismo, además se inspira en el arte africano y las mujeres toman forma de figuras esbeltas, cuellos alargados y ojos almendrados.
Llegaron los años 30 y con ellos el surrealismo, dando lugar a que pintores como Dalí o Miró crearan portadas para la revista, también dieron paso a ilustraciones del francés Christian Berard que además era diseñador.
Y más tarde, la ilustración dejo paso a la fotografía, dejando grandes portadas de fotógrafos como Irving Penn, Edward Steichen, Cecil Beaton, William Klein.
En los 80 destacaron portadas creadas por el artista del pop art, Andy Warhol donde aparecía una ilustración del perfil de una mujer siendo el retrato de Carolina de Mónaco.
En definitiva, las portadas de Vogue fueron verdaderas obras de ARTE.
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