Desde los orígenes de la especie el ser humano se ha reunido en torno al fuego. Ya fuese como protección, para cocinar o para cobijarse del frío los primeros asentamientos incluían en su interior una hoguera. Esta tradición sigue hasta la actualidad. Aunque ya no necesitamos del fuego como elemento fundamental en nuestras vidas gracias a la electricidad, hay pocas personas que no disfruten en torno a una fogata.
Hoy en día el fuego de nuestras chimeneas es la estrella de espacios muy especiales e inolvidables, que más que ser funcionales, sirven como elemento de diseño y decoración. Si estás pensando en instalar una chimenea en tu casa investiga cual es la más adecuada:
- Chimenea de leña. Son las de toda la vida y las que más calor generan. Pero tienen algunas desventajas: tienes que saber que generan gran cantidad de residuos; necesitan espacio para guardar la leña; no se puede regular la temperatura y no se puede desatender; es obligatoria una salida de humos a cubierta con un tiro de, al menos, 20cm de diámetro, con aislamiento obligatorio (30cm); su rendimiento energético es muy bajo, ya que la mayoría del calor se pierde por el tiro; requieren de obra para su instalación y en pisos y viviendas colectivas no se pueden instalar si el edificio originalmente no constaba de una chimenea de leña.
- Chimeneas de gas. Bastante populares en Europa, no generan residuos, ni humo. Son eficientes, regulables y necesitan menos espacio. Su instalación es más sencilla a la hora de obra, pero más técnica y se necesita mano de obra cualificada. Algunas de sus desventajas: son más caras; necesitas de una instalación de gas previa en el edificio; y las llamas, aunque reales, son estáticas, no tintinean; además tampoco se pueden instalar en pisos o viviendas colectivas.
- Chimeneas de bioetanol. Su combustión es limpia, lo que no necesitan tiro y su rendimiento energético es del 100%. Además no requieren instalación, por lo que son adecuadas para cualquier espacio, y son regulables. Como desventajas mencionamos su alto precio, su alto gasto de bioetanol y su dificultad para encontrarlas en el mercado.
- Chimeneas eléctricas. No son chimeneas con llama real y, por lo tanto, no dan calor como tal; sí existe la posibilidad de calentar mediante una resistencia eléctrica, pero supone un gran gasto de energía. Son elementos meramente decorativos que simplemente precisan de un enchufe; muy seguros, ya que no generan ni humos, ni residuos, ni necesitan combustibles, ni limpieza. Pueden ser muy sencillas, planas, pantallas con imágenes, o, más comúnmente, chimeneas eléctricas 3D que imitan el fuego a través de juegos de luces, leña falsa o vapor de agua.
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