“Tienes que enfocarte en tus sueños, incluso si van más allá del sentido común” son palabras de la reconocida diseñadora neoyorquina Anna Sui, quien sabía muy bien desde muy joven cual era su sueño aunque era consciente que no sería fácil lograrlo.
Nacida en los suburbios de Detroit y proveniente de una familia de inmigrantes chinos, se mudó en 1970 a Nueva York con su único objetivo; poder conseguir una plaza en la prestigiosa universidad Parsons New School for Design, donde poder desarrollar su talento en el mundo de la moda. Pronto se convertiría en estilista de moda y trabajaría para las sesiones de fotos del reconocido fotógrafo de moda Steven Meisel, con quien entablaría una amistad.
A finales de los 70 ya era una diseñadora independiente y como resultado crearía su primera colección que mostraría en los años 80 tras una década de producción y creación en su propio departamento. Y su enfoque en su sueño, dio resultado en la época de los 90 cuando alcanzó el éxito con sus prendas que serían vestidas por las supermodelos de la época como Kate Moss, Linda Evangelista o Naomi Campbell.
Las creaciones contemporáneas de Anna Sui muestran un mundo que une diferentes culturas y épocas mezclando diversos estilos desde el pop, lo naif, el boho y lo ecléctico. Además es una amante de los estampados y las texturas.
Durante los años 90, las supermodelos llevaron sus prendas que reflejaban diferentes estereotipos desde la chica hippie chic, la joven de California y la grunge. Además introdujo prendas como el vestido babydoll convirtiéndolo en una tendencia de moda.
En definitiva, la diseñadora es una precursora de la estética boho juvenil, lo retro y los años 70. Su mundo único ha dado lugar a que sea una de las diseñadoras más reconocidas de Nueva York y de todo el mundo. Su secreto: creer en su sueño.
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