El de Coco Chanel (1883-1971) es uno de los nombres de referencia a la hora de hablar de moda. Esta francesa que revolucionó el mundo de la moda con sus pantalones femeninos es, a día de hoy, fuente de inspiración para muchos diseñadores.
Sofisticada y elegante tuvo una infancia de lo más dura, tanto que ella misma reconoció que pensaba en suicidarse todos los días. Buscaba ser amada, algo que persiguió durante toda su vida, aunque no siempre con buenos resultados.
Cuando el mundo, no sólo el de la moda, era cosa de hombres, ella se atrevió a presentar propuestas diferentes y revolucionó a la alta sociedad francesa. Tanto que en un principio le costó trabajo ser aceptada por esas señoras que se creían por encima de una mujer que se sentía independiente.
A diferencia de otros diseñadores, Coco Chanel supo adaptar sus propuestas al periodo en que vivió. En los años 20, después de haber sufrido una guerra, las francesas no querían volver a la rigurosidad de la moda anterior. Las propuestas de moda de esta mujer les resultaban mucho más cómodas y supusieron un avance en la liberación femenina.
Coco Chanel eliminó los corsés y los forros y apostó por materiales textiles cómodos y sencillos, lo que permitía que la mujer se sintiera cómoda y pudiera moverse mejor. Los pantalones dejaron de ser algo restringido para los hombres y se empezaron a diseñar propuestas para que las mujeres no perdieran su feminidad cuando decidieran dejar en el armario las faldas.
Coco Chanel era sencilla en el vestir, pero sabía que las joyas eran el mejor complemento para una mujer. La diseñadora también creo sombreros, concretamente de ese modo se introdujo en el mundo de la moda. Tuvo cabeza para los negocios y acabó creando la que sería una de las grandes casas de moda.
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