Este mes se está hablando de Yves Saint Laurent más que nunca por su ‘biopic’ presentada recientemente en Cannes. Además de por la otra película sobre su vida que se estrenó en enero. Sea como sea el diseñador nunca quedará en el olvido y siempre se recordará como un genio de la moda.
Yves Saint Laurent nació en 1936 en Orán (Argelia). Su pasión por el mundo de la moda venía desde pequeño y fue su madre quien decidió matricularlo en un centro de aprendizaje de confección y patronaje de París. Con tan sólo 17 años ganó un premio que le dio seguridad para presentarse ante el director de Vogue, quien no dudó en publicar sus diseños ya que entendió que tenía frente a sí a un genio de 20 años.
En 1954 comenzó trabajando para la casa Dior como asistente del gran creador y tras su muerte tomó las riendas de la marca. Presentó varias colecciones hasta que un par de años más tarde abandonó la firma para cumplir el servicio militar.
Su primera colección como dueño de su propia casa de costura fue en 1960 y se llamó Ligne Trapéze la cual se convirtió en un éxito instantáneo. La colaboración de Pierre Bergé fue fundamental para su carrera profesional y para su vida personal, y conseguir erigir una empresa sólida.
Sus diseños nunca dejaban indiferentes a los críticos, tanto para bien como para mal. El desfile de otoño de 1966 inspirado en Mondrian causó sensación, pero en 1971 una colección inspirada en los colaboracionistas franceses durante la ocupación Nazi de Francia fue masacrada. En 1999 Gucci compró la marca. Tom Ford diseñaba las colecciones de prêt-à-porter, mientras que las de alta costuras las seguía diseñando Yves Saint Laurent.
Anunció su retiro del diseño de moda y las pasarelas en enero del año 2002 y falleció en París el 1 de junio de 2008 a la edad de 71 años, tras una larga enfermedad de cáncer cerebral. Pese a su agitada vida se recordará al argelino por sus grandes aportaciones al mundo de la moda. Sus colecciones en los años 60 destacaron por la incorporación del esmoquin al vestuario femenino, con la creación del que es indiscutiblemente el traje clásico tipo tuxedo. Y por la implantación del prêt-à-porter como una línea comercial completa con su línea Rive Gauche.
Creador de la sahariana, chaqueta desestructurada que mostraba con generosas pamelas, un estilo safari con un lado muy sexy. Fue el primer diseñador que incorporó mujeres de raza negra como modelos en sus desfiles.
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