Hoy nos hacemos dos preguntas: ¿Qué es la fast fashion? ¿Cómo surgió? En primer lugar tenemos que saber que el término inglés fast fashion significa literalmente moda rápida; el mismo concepto puede darnos pistas de lo que sería. Pero vamos a profundizar un poco más.
La fast fashion o moda rápida es una forma de producción masiva y constante influenciada por la industralización que conlleva a su vez a un consumo masivo, suele ser de prendas de bajo costo y producidas en grandes lotes, imitando las tendencias que promueve la alta costura. Podemos decir, que el prêt-à-porter suele ser fast fashion. Así toda prenda que compras en las tiendas habituales suelen estar hechas a bajo costo, en grandes cantidades e imitan las tendencias de cada temporada.
Pero este tipo de consumo, tiene sus contras, sobre todo para el medio ambiente; ya que se producen al año unos 62 millones de toneladas de ropa; conllevando la contaminación del agua, atmósfera y de la tierra por parte de las industrias y todo el proceso que conlleva como los materiales que se utilizan, el transporte y los miles de residuos que se crean de prendas que no han sido vendidas.
Y te preguntarás ¿ Cómo surgió? pues su apogeo fue durante los años 80 cuando empezó a tomar fuerza el capitalismo, la revolución tecnológica y el consumo. La idea previa era crear prendas a bajo costo, luego se unió el deseo de llevar las tendencias de las firmas de moda a toda la población. Esto conllevo, que aparecieran tiendas como Topshop (1964), Zara (1975) y Forever21 (1984) con su filosofía fast fashion de imitar las marcas de moda con producciones masivas de baja calidad y con bajo coste.
Este tipo de consumo fue gustando a la gente, ya que podían llevar prendas baratas que antes solo podían conseguirlas a precios altos. Esto conllevo, a que se fomentará el deseo de consumo a través de campañas de publicidad y marketing, siendo uno de los pilares que ayudan a que siga funcionando. Además de fomentar al consumidor la idea de que la moda es algo rápido, barato y de usar y tirar.
Pero además el modelo de negocio del fast fashion se basa en unos tiempos de producción y transportación rápidos para que llegue a un consumidor exigente y ansioso de nuevas tendencias a través de las tiendas físicas o virtuales en el menor tiempo posible. Esto da lugar a que las tiendas fast tengan hasta 4 colecciones al mes, en contraposición de las casas de moda que tienen de 2 a 6 al año. Así los negocios rápidos copian en menos de unas semanas las prendas inspiradas en las ultimas colecciones que se presentan en las pasarelas de primavera-verano y otoño-invierno.
¿Y cómo lo hacen? pues las empresas fast fashion buscan costes de producción muy bajos, dando lugar a que exploten a los trabajadores de las industrias de producción que se encuentran en países pobres como la India, China, Marruecos o Bangladesh.
Debido a que es un tipo de negocio que afecta de forma negativa tanto a sus trabajadores y al medio ambiente, además de crear un consumo poco ético a los consumidores y afecta al concepto de la moda como algo exclusivo, de calidad y artesanal; ha aparecido la cara opuesta: el slow fashion que apuesta por el consumo responsable de una moda sostenible de prendas de calidad.
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