Dicen que si persigues tus sueños, finalmente se hacen realidad. Y quién sabe esto bien, es el diseñador estadounidense Jeremy Scott.
El ahora director creativo de Moschino, nació en una pequeña granja de Kansas y desde muy pequeño veía lo estético del mundo teniendo la necesidad innata de expresarse a través de la ropa. Durante su adolescencia mostraba un estilo propio en un entorno poco acorde a sus intereses. “A veces podía crear un conflicto o confusión a la gente. Pero yo tengo una necesidad innata de expresarme a través de la ropa. Es algo instintivo”.
Motivado por su familia y profesores del instituto, envío sus bocetos al Instituto de Moda en Nueva York, pero sorpresa, fueron rechazados. No se rindió y se marchó. Primero a Nueva York y luego a París. Allí, buscó trabajo en alguna firma de moda pero no tuvo suerte. Lejos de abandonar su sueño, decidió crear su propia firma. En un bar de París durante el año 1997 mostró en un desfile su primera colección. Su SUEÑO se hizo realidad. Personajes importantes de la industria de la moda vieron el desfile.
Para Scott, la moda es diversión, cultura pop, imaginación y descontextualización. Él creo las zapatillas Adidas con alas o con la lengüeta de oso de peluche. También es protagonista de otros diseños que se convirtieron en iconos de moda como el bolso de estampado de pastillas para la firma Longchamp. O la colección otoño- invierno 2014 de Moschino donde aparecían diseños inspirados en los dibujos animados Bob Esponja o en marcas como McDonald’s.
También colaboró con la diseñadora Linda Farrow creando unas gafas de sol que parecen las orejitas de Mickey Mouse. Estas gafas fueron popularizadas por las cantantes Beyoncé y Lady Gaga.
Sus colecciones se inspiran en la estética pop, así sus colecciones son colores llamativos, estampados atrevidos y mucha diversión. Él tan sólo deja jugar a su niño interior a través de la moda. “Quiero mi ropa para vivir, para salir de fiesta, para divertirse, para crear un momento”.
No hay comentarios