Continuamos descubriendo la historia del vestido de novia y su recorrido a lo largo de los años. Ya hemos hablado de que el color blanco, típico de un vestido de boda actual, años atrás no era muy común su uso, ya que el blanco era simbolismo del luto pero fue incorporándose como color de la novia, especialmente en la nobleza y la realeza.
Con la llegada del siglo 20, en la década del 1910 los vestidos son de lineas rectas, sencillos y cómodos con mangas largas y cuellos cerrados. Comienzan a adornarse con joyas, flores y encaje propios del Art Deco; resaltando el velo sujetado con un casquete. A finales de los años 10, las lineas del vestido se van modificando, acortando la cintura, añadiendo detalles y la lencería como complemento. Con la llegada de la primera Guerra Mundial, muchas mujeres se casan vestidas de negro.
En los años 20, el vestido nupcial continúa siendo de líneas rectas y simples, pero se acorta dejando ver las piernas. Poco a poco se va incorporando el glamour de la época, con velos largos, uso de flecos, peletería, terciopelo, telas brillantes, plumas y perlas. Junto a grandes ramos de flores.
El vestido de novia de los años 30 se adapta a la figura junto a las mangas abollonadas. Como complementos no pueden falta el ramo de flores, los broches y casquetes. Además con la llega del cine sonoro, las estrellas de cine comienzan a marcar tendencia también en el mundo nupcial.
En España, el color más popular usado durante los años 20 y 30 fue el negro, sobre todo entre las mujeres de clase media y baja; ya que el blanco estaba reservado para la alta sociedad. Además muchas mujeres lo usaban el día de su boda como luto por su padres fallecidos o si eran mujeres más mayores, ya que no eran vírgenes. Se trataba de un traje de dos piezas de una chaqueta y una falda, combinado con un velo negro ( que se fue sustituyendo por uno de color blanco) para la clase media y una mantilla para la clase media, sostenida con una peineta o corona de flores de azahar, junto a un ramo de flores. Pero el blanco poco a poco fue incorporándose en las bodas españolas hasta día de hoy.
Los años 40, están influenciados por la guerra, pudiéndose ver por un lado, los vestidos de novia voluminosos con dorados, tafetán y terciopelo y por otro lado, los vestidos austeros sobre todo el traje sastre.
Vuelve el glamour en los 50 con vestidos con gran volumen, gracias especialmente a Dior y su New Look. Se usan escotes pronunciados como el de forma de corazón, guantes de seda, encajes, la cola se alarga y el velo cubre todo el rostro.
Durante los 60 los vestidos de novia se acortan, se usan mangas tres cuartos o terminadas en puños, los cuellos baby y los velos son cortos.
Con la llegada de los 70, el movimiento hippie influye en los vestidos nupciales usándose camiseros, mangas de campana, flores en la cabeza y encajes.
Y con los 80, el vestido se vuelve ostentoso y voluminoso de enormes velos y mangas globo.En cambio, durante los 90 comienza a llevarse vestidos más minimalistas.
Actualmente las novias pueden elegir entre diferentes estilos y formas e incluso atreverse a llevar otros colores.
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