Hoy vamos a hablaros sobre la moda ética, concretamente sobre su unión con la moda de alta costura a manos de una diseñadora bien concienciada con el medio ambiente y luchadora por los derechos de los animales. Nació en una granja y su filosofía de vida se resume en estas palabras: “ Las creencias con las que crecí -el respeto a los animales, ser consciente de la naturaleza, entender que compartimos el planeta con otras criaturas- han tenido un gran impacto en mí”; palabras que definen fuertemente su trabajo como diseñadora y su estilo de vida. Nos referimos a Stella McCartney.
Con tan sólo 15 años trabajó haciendo prácticas en la casa Lacroix en París; y más tarde estudió en la escuela de diseño Central St.Martins de Londres, seguidamente comenzó a trabajar como directora creativa en Chloé hasta que lanzó su propia marca en el 2001. Actualmente es una diseñadora de gran éxito que ha obtenido gran popularidad durante sus diez años de trayectoria profesional.
Su secreto la confección de ropa con materiales reciclados y sostenibles como la viscosa, las telas orgánicas y la piel a base de recursos renovables, sobre todo en sus accesorios estrellas; los bolsos. Ella ha demostrado que la ropa ética es posible y muy necesaria, también en la industria del lujo. Y es una realidad, el Slow Fashion poco a poco está cogiendo fuerza en la moda de alta costura.
Stella McCartney lucha constantemente por la sostenibilidad en la moda; para ello se manifiesta a través de sus colecciones mostradas en las pasarelas, en las invitaciones hechas a base de materiales reciclados y en las fotografías de sus colecciones en lugares como las colinas de residuos de un vertedero donde las modelos posan con actitud desenfadada y positiva; lanzando un mensaje sin enfado; el necesario cambio a favor de una moda ética y sostenible y el fin de un consumismo desmedido basado en la moda rápida.
La filosofía de Stella y de su marca se basa en una moda concienciada con el medio ambiente y los animales, para ello es necesario una moda sostenible que se preocupe por el tipo de material que se emplea, por el entorno y por las personas implicadas. Ella seguirá luchando para que algún día el mundo de la moda sea un mundo ético y sostenible.
“Es realmente el momento adecuado para que el trabajo de los diseñadores de moda aporte para cambiar las cosas en la industria, y no sólo tratar de lanzar un vestido o colección en cada temporada”.
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