Hace unos días hablábamos de los cambios dentro de la firma Oscar de la Renta, en la que Peter Copping ha sido nombrado director creativo. Y cuál fue nuestra fatídica sorpresa ayer al enterarnos de que el diseñador dominicano falleció a los 82 años a causa de un cáncer que padecía.
Natural de Santo Domingo, Oscar de la Renta proviene de una familia en la que era el único varón de siete hermanos. Con 18 años se trasladó a Madrid para estudiar pintura en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, y fue ahí cuando empezó a interesarse por el mundo del diseño. Colaborando con diferentes casas de moda haciendo bocetos llegó hasta Cristóbal Balenciaga, quien fue su mentor. Y más tarde se trasladó a París para trabajar en Lanvin bajo la batuta de Antonio Castillo.
A partir de los años 80 lanzó su propia empresa con su nombre abriendo su primer atelier en Nueva York, en el 550 de la Séptima Avenida. Y desde entonces no dejó de cultivar éxitos. De la Renta ha sido un diseñador que ha sabido redefinir las claves de la elegancia y la feminidad de la mujer, con diseños fácilmente reconocibles.
Muchos de sus amigos lo han recordado resaltando que era una persona humilde, cercana, que derrochaba talento y que a la hora de diseñar sobre todo buscaba embellecer a la mujer. Lo supo hacer muy bien con una de las grandes damas de América, Jackie Kennedy, icono de estilo de la época.
Una de sus musas nacionales, además de una amiga, ha sido Naty Abascal, quien ha posado con y para él, ha protagonizado campañas publicitarias e innumerables sesiones de fotos, y juntos han recorrido mundo. También Penélope Cruz ha sido fan incondicional del diseñador, luciendo varios de sus diseños en la alfombra roja.
Otra de las actrices más recordadas llevando diseños de Oscar de la Renta es Sarah Jessica Parker, y no sólo en la vida real, sino también en la ficción. Cómo olvidar el mítico vestido que ‘el ruso’ le regaló a Carrie en Sexo en Nueva York.
El último diseño más sonado ha sido el de Amal Alamuddin, la reciente esposa de George Clooney. Y es que la línea de novias del diseñador es una de las más deseadas, por su sello personal y por estar confeccionados con tejidos delicados que realzan la figura de la mujer en un día tan especial.
Se ha ido uno de los grandes de la moda, un genio de la aguja y un diseñador de los de la vieja escuela. Pero sus diseños serán eternos, al igual que el recuerdo de quién fue. Hasta siempre, maestro.
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