En la época de los 80 se produjo una renovación en la moda internacional basada en nuevas definiciones sobre la sexualidad, el estatus y la creatividad mostrando un estilo antimoda, austero y deconstructivo desafiante con la moda ochentera repleta de glamour y hombreras.
Esta corriente antimoda fue impulsada por diseñadores japoneses conocidos como los Tres Magníficos: Yhoji Yamamoto, Rei Kawakubo y Issey Miyake; el promotor del movimiento y protagonista de este artículo.
El diseñador comenzó estudiando artes gráficas en la Universidad de Arte de Tokio; luego se marchó hasta Europa concretamente a París donde estudió en una prestigiosa escuela de moda, y tras finalizar su formación comenzó trabajando para Guy Laroche en los años 60; más tarde colaboraría en Givenchy. Y en 1970, volvió a Tokio donde abrió su propio estudio de diseño; comenzado a crear a través de todo lo aprendido y definiendo su estilo basándose en el uso de la tecnología con un fin experimental.
La tecnología del diseño
Para Miyake, lo vital es escoger una tela, buscar su potencial y crear una prenda colocándola simplemente en el cuerpo, como si de un kimono se tratara. No busca la adaptación de la prenda que realce la figura como suele ocurrir en la moda occidental. Por ello, su moda es diseño cargado de antimoda, deconstrucción, posmodernismo y sobre todo movimiento.
Él construye dejando a un lado botones y costuras, pero si apuesta por los plisados y arrugas que nos recuerdan a tradiciones japonesas como el origami o el aburigami ( papel encerado usado para crear sombrillas). Así el une lo tradicional con las nuevas tecnologías en una moda conceptual.
Entre sus trabajos, destaca la colección Pleats Please con los plisados como elemento principal e inspirada en el popular vestido Delphos del diseñador español Fortuny que nos recuerda a las esculturas griegas. Pero su espíritu conceptual le llevo a crear vestidos arquitectónicos que no buscan realzar las formas femeninas, al contrario del vestido de Fortuny y sobre todo cargados de movimiento y creatividad.
Miyake, en definitiva es un diseñador que apuesta por diseños que unifican la tecnología y las tradiciones japonesas.
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