Continuamos hablando sobre los diferentes tipos de fibras textiles según su origen. En esta ocasión, descubriremos algunas de origen natural animal como la lana y la seda y las de origen mineral como el amianto, los metales y el vidrio. Y acabaremos con las fibras de origen químico.
La lana procede del pelo de las oveja. La finura y rizado determinan las cualidades. Capacidad de aislamiento térmico, pero también de apermazamiento. Su color va del blanco amarillento al gris, además puede ser teñida. Hay que distinguir entre lana virgen que proviene directamente de la oveja y la lana regenerada o borra que se obtiene a través de retales, ropa usada y restos de hilo. Además existen diferentes tipos de lana; entre ellas lana merina muy rizada y fina, de calidad usada para tejidos elegantes. La lana basta, gruesa y casi lisa y lana de cruce, usadas para alfombras, trajes, tweed o tapicerías.
La seda proviene del capullo del gusano de seda. Se extrae un hilo fino, brillante y resistente. Tejido fuerte, elástico, ligero y muy fino. Su color va desde el blanco, al amarillo y verde. Se usa para vestidos de noche, camisas, corbatas y ropa interior. Existen diferentes tipos de seda: seda salvaje o Tussah, seda shappe y seda organdí.
El amianto procede de sales, exactamente del silicato de magnesio que se encuentra en la naturaleza en bloques de lascas rígidos pero a la vez flexibles y elásticos. Mal conductor del calor, elasticidad y se mezcla con fibras vegetales. Se usa para trajes de bomberos o delantales incombustibles.
Los metales o aleaciones que mediante la fusión y el estiramiento crean hilos; siendo los más populares: el oro, la plata y el cobre. Gran resistencia, poca flexibilidad y gran conductor del calor. Se usan para crear tejidos de fantasía junto a la seda, algodón u otras fibras.
El vidrio del que se obtiene finos filamentos con el calor. Flexibles, poco resistentes y de color translúcido. Se usa para tejidos de fantasía y strass.
Por último, las fibras químicas se empezaron a utilizar en la Primera Guerra Mundial, debido a la escasez de fibras naturales. Al principio se obtenían de la celulosa de los árboles con un proceso químico y luego de las fibras de los compuestos del petróleo y el carbón llamadas fibras sintéticas. Algunas de ellas son la viscosa, el poliéster y el nailon.
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