Poner precio a tus servicios de diseño gráfico es algo mucho más complicado de lo que podría parecer a priori. Por eso, en este artículo de Dsigno vamos a ver cómo poner precio a servicios de diseño gráfico adecuadamente para evitar trabajar mil horas cobrando menos de lo que te gustaría. ¡Sigue leyendo!
Métodos para poner precio de servicios de diseño gráfico
A la hora de definir tus tarifas como diseñador gráfico, existen principalmente dos métodos: establecer un precio por tiempo o poner un precio por proyecto.
Precio por tiempo
El precio por tiempo significa cobrar una cierta cantidad de dinero por cada hora que trabajas. Es decir, defines cuánto quieres ganar por cada hora trabajada y cuando un cliente te pide un presupuesto, tú calculas el número de horas que te va a llevar y en función de ello le darás un precio u otro.
Esta opción puede ser buena al principio, pero enseguida te darás cuenta de que no es la mejor elección. El principal motivo de esto es que, si eres muy productivo, harás un trabajo muy bueno, pero cobrarás poco dinero porque lo has hecho en pocas horas.
Precio por proyecto
Por otro lado, está el precio por proyecto, que es poner un precio según la calidad de tu trabajo y no según el tiempo que tardas. Al fin y al cabo, a tu cliente le da igual si tardas una hora o diez, lo que le importa es que hagas un trabajo de mucha calidad.
A continuación, te damos algunas razones por las que será más beneficioso para ti cobrar tus servicios de diseño gráfico por proyecto y no por tiempo:
- Si eres rápido, podrás coger más proyectos trabajando las mismas horas al día, lo que hará que ganes más dinero.
- El cliente valorará más tu trabajo, ya que paga más para que hagas un trabajo de mucha calidad.
- Según la dificultad del trabajo, puedes poner un precio más alto o más bajo, independientemente del tiempo que te lleve hacerlo.
- Si es un trabajo que sabes que es muy complicado de encontrar en el mercado, puedes subir el precio.
- En el caso de que el cliente te pida un trabajo ‘para ayer’, como se suele decir, puedes poner una tarifa más alta, al contrario de lo que sucede en el precio por hora, que cobrarías muy poco por hacerlo muy rápido.
Errores al poner tus precios de diseño gráfico
Por último, veamos algunos errores típicos que muchos diseñadores gráficos cometen al principio de su carrera en cuanto a los precios:
- Empezar con tarifas excesivamente baratas: es una estrategia muy usada para conseguir los primeros clientes, pero después te resultará muy difícil subir los precios.
- No tener en cuenta los posibles imprevistos: cuando calcules el presupuesto, sube siempre el precio un 10 %, pues siempre vas a tardar más de lo que piensas.
- No cobrar una parte por adelantado: cobrar un porcentaje por adelantado evita que algún cliente no te quiera pagar al final y atrae a los clientes más profesionales.
- No hacer presupuestos personalizados: cada cliente tiene una dificultad diferente y unos plazos de entrega y cantidad de trabajo distintos, por lo que los precios no pueden ser los mismos.
- No investigar lo suficiente al cliente: no saber determinados aspectos de una empresa puede provocar que hagas mal el presupuesto, así que haz todas las preguntas que te parezcan pertinentes antes de dar un precio.
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