El arte de tejer alfombras fue muy probablemente desarrollado en Asia Central hace unos mil años. Los nómadas necesitaban protegerse del frío, al mismo tiempo que intentaban conseguir una decoración acogedora en sus tiendas, y lo conseguían adornándolas con alfombras de motivos geométricos o curvilíneos. Los materiales utilizados en aquel entonces para la urdimbre, la trama y el pelo era de oveja y cabra.
Se pueden clasificar los tipos de alfombras de varias formas: según su estilo, su origen, según su tipo de fibras, en función del tipo de textura e hilo, antigüedad, según su fabricación, calidad y número de nudos.
Por ejemplo, una alfombra hecha a mano lleva, por lo general, el nombre del lugar donde se creó o de la etnia que la realizó. Por ello podemos hablar del estilo persa, afgano, paquistaní, baluchi, turkmenistán, caucásico, indio, tibetano, turco, chino, turquestán oriental, europeo y norteafricano. Estos son los estilos más renombrados, pero a su vez se dividen en otras variedades, que normalmente coinciden con las ciudades en las que se realizan.
Si nos fijamos en el tipo de fibras podremos hablar de alfombras de fibras animales como la lana, la seda o el cuero; de fibras sintéticas como el vinilo, el nylon, el polipropileno, poliéster, acrílicas o de goma reciclada; y de fibras vegetales, como el algodón, el yute, el sisal, la fibra de coco, el tatami, el sea-grass o las esteras.
Clasificándolas según su tipo de textura e hilo nos encontramos con alfombras de bucle liso (con las fibras tejidas en forma de rulos compactados a la misma altura), bucle estructurado (los bucles se encuentran a distintas alturas), de pelo cortado o combinadas.
También podemos clasificarlas según su lugar de fabricación, desde las que se manufacturan en una tienda nómada, a alfombras de pueblo y aldea, de taller, o industriales. Según su fabricación son más o menos exclusivas, llegando a ser muy costosas.
Las alfombras categorizadas como kílim, ‘manta tejida gruesa’, es la denominación de una variedad de tejidos persas famosos creados a partir de una técnica de fabricación. Los originales son producidos generalmente por los nómadas persas, pero su uso se ha industrializado, ya que son más fáciles de tejer al ser menos elaborados y pueden ser considerados de categoría inferior. La diferencia fundamental es que una alfombra tiene una capa de “pelo” encima, pero los kílims no, se componen simplemente con la trama y la urdimbre, sin nudo.
¿Cuál es tu alfombra preferida? ¿Conocías ya estas clasificaciones?
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