Los hipsters son la nueva tribu urbana, creadores de tendencias en todos los campos, especialmente en la moda. Si trabajamos en interiorismo, tenemos que estar continuamente siguiendo la cultura urbana para luego reflejarla antes que nadie en la decoración.
Si algo es seguro, es que cuando algo es moda en la calle, será moda en las viviendas.
Mantienen un gusto muy profundo por lo vintage, algo que conjugan con piezas de nueva creación. Las máquinas de escribir y las bicicletas retro no pueden faltar en una decoración hipster, al igual que los colores llamativos.
Tocadiscos, globos terráqueos o fotografías y libros antiguos son otros de los elementos que no pueden faltar en una casa hipster. Lo mismo ocurre con algún mueble que tenga varias décadas de antigüedad, aunque haya sido restaurado y se le hayan introducido elementos más actuales, como una capa de pintura o detalles metalizados. Sillas de mimbre o sofás de antelina suelen estar entre los preferidos de los hipster.
Anticuarios, librerías y toda clase de tiendas de segunda mano y el rastro son lugares en los que se puede conseguir inspiración, y muchas piezas, para crear una decoración hipster. Es también la versión más económica de darle un aire moderno con aires retro a una estancia.
El último toque a una decoración hipster la ponen las pizarras en las que poder dejar volar tu imaginación y los carteles con mensajes positivos o personalizados, para imprimir su propio carácter a la estancia que se está decorando. Velas y cojines ayudan a dar calidez.
¿Cómo reflejarías tú la cultura hipster en la decoración y organización de una vivienda?
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