Largas melenas, volúmenes, pelo corto, crepados o estilo bob; todo vale en la época de la libertad. Aún así, aparece en escena Vidal Sasson; un peluquero inglés que crea cortes de cabello ajustados al rostro con un fin simplista.
Se inspira en la sobriedad, la funcionalidad y la no ornamentación de los diseños, características propias del movimiento alemán de la Bauhaus, además de la arquitectura y la geometría, bases del estilo propio creado por el estilista.
Crea la filosofía wash and wear que liberará a la mujer del uso de laca, horquillas o secador y estilos propios como el bob geométrico, el bob casco, el swinging bob (flequillo y media melena abombada) o el corte de cinco puntas enfocados a una nueva mujer que busca la libertad de expresión y de movimiento en pleno momento de liberación femenina.
Gracias a la aparición en público de la diseñadora Mary Quant con su minifalda y su pelo con un corte de cinco puntas, el estilista comenzó a ser popular entre famosas y mujeres que deseaban estar a la última.
Vidal Sasson fue el peluquero más famoso de los años 60 y el estilo bob geométrico se convirtió en tendencia principal de la época. Además se consolidó como una figura importante de la cultura pop y tuvo un papel activo en el mundo de la moda y del cine.
Sus peinados lo llevaron actrices como Mia Farrow en la película La Semilla del Diablo, jóvenes modelos como Twiggy que decidió cortar su larga melena y mostrar una imagen dulce y un tanto andrógina con su pelo al estilo garçon.
También colaboró creando looks innovadores para sesiones de fotos y desfiles de moda, junto a su amiga la diseñadora Mary Quant o para el diseñador estadounidense Rudi Gernreich.
El corte bob se puso tanto de moda que incluso algunas mujeres se ponían pelucas con melenas cortas. Esta tendencia iba acompañada con una estética de rostros pálidos, labios poco pintados y ojos muy maquillados con pestañas postizas.
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