Manolo Prieto, uno de los grafistas más relevantes de nuestro país

Manolo Prieto (El Puerto de Santa María, Cádiz, 16 de junio de 1912 – Madrid, 5 de mayo de 1991) es el autor de uno de los símbolos o logo más reconocibles de España, el toro de Osborne. Pero su producción como dibujante, grafista, ilustrador y publicista es mucho más rica y extensa.

Comenzó su carrera como pintor, pero fue una actividad que fue abandonando por razones económicas. Proveniente de una familia humilde la pintura exigía unos gastos que no podía costearse.Aunque durante toda su trayectoria conservó el dibujo y la ilustración. Como ilustrador supo adentrarse perfectamente al oficio y dominar los diferentes registros adaptándose a las condiciones que se exigían por aquel entonces.

Como publicista supo dominar distintos aspectos de la comunicación visual y el diseño gráfico como la composición, la armonía o la tipografía. Los anuncios de Manolo Prieto desprendían una impactante mezcla de humor, elegancia e incluso surrealismo. Es muy usual que su concepción para la pieza publicitaria se basara en un motivo real, existente, tangible, que origine en el espectador, por medio de una asociación de ideas una sensación determinada. Con el tiempo consiguió ir mejorando y puliendo su fórmula para la creación del anuncio. Gracias a una buena dosis de ingenio y creatividad consiguió romper con los antiguos cánones y convertirse en uno de los más distinguidos dibujantes publicitarios a nivel nacional.

Una de las actividades a las que le dedicó mayor tiempo es a la de ilustrar portadas de novelas. Durante más de 15 años, entre 1940 y 1957, realizó portadas para la publicación semanal Novelas y Cuentos.

Las pequeñas ilustraciones tenían un gran valor comunicativo. La actividad no estaba bien remunerada por lo que Manolo Prieto decidió ahorrar en materiales y pensar más en el diseño y concepción, ya que pensar lo podía hacer mientras paseaba por la calle.

Las portadas tienen un sello característico que se distingue por la utilización de la utilización de solo dos o tres tintas, generalmente negro y rojo más otra, siempre sobre fondo blanco. Es precisamente esa sobriedad técnica la que dota a estas portadas de un carácter y una fuerza que destacó sobre el resto de publicaciones de la época. La mancha y la línea conviven dentro del formato haciendo que hoy en día el estilo de estas portadas siga pareciéndonos moderno.

Otro elemento destacable es  la construcción sintáctica y semántica de sus ilustraciones: el orden visual con composiciones en tenso equilibrio, a través de imágenes atrapadas en dos diagonales.

Prieto consiguió transformar las dificultades las reproducciones técnicas en un mérito, explorando las facultades de la impresión litográfica, creando manchas y sombras texturizadas a través de recursos peculiares como el lápiz litográfico sobre papel lienzo.

La Cultura del Diseño enseña los valores de la estética en el diseño gráfico a través de la historia. Grandes aportaciones que desarrollan nuestra creatividad.

Manolo Prieto fue un profesional multidisciplinar que consiguió brillar en los diferentes campos del diseño gracias a su enorme creatividad.