El naming es uno de los pilares fundamentales del branding de una marca, por lo que debe ser uno de los primeros pasos al crear tu marca. En este artículo de DSIGNO te contamos qué es el naming y cuáles son sus principales características. ¡Vamos allá!
¿Qué es el naming?
Para empezar, vamos a definir el naming para saber a qué nos estamos refiriendo exactamente. Como se puede deducir por su nombre, tiene que ver con el nombre de una marca. De hecho, es el proceso por el que se determina el nombre de una marca.
Seguro que alguna vez has visto alguna empresa con un nombre del estilo Hijos de Martínez S.L. y también es seguro que te ha llamado la atención lo poco atractivo que es. Este tipo de empresas son un claro ejemplo de negocios que no han trabajado su naming en absoluto. Sin embargo, Google, Twitter, Apple o Coca Cola son marcas que sí tienen un naming potente.
Además, es importante entender que más que un proceso creativo se trata de un proceso analítico en el que hay que seguir una serie de pasos para crear un nombre que tenga éxito.
Características de un buen naming
Ahora que ya has entendido qué es el naming, veamos algunas de las características fundamentales que debe tener el nombre de cualquier marca:
- Coherente con el resto del branding: si usas formas coloquiales y colores alegres, no tiene sentido que el nombre de tu marca transmita seriedad, por ejemplo.
- Que sintetice una historia: el potencial comprador debe poder deducir a qué se dedica tu empresa antes de conocerte gracias al naming.
- Diferenciador: si se parece a otros negocios de tu competencia, entonces estarás perdiendo una de sus principales ventajas, que es la diferenciación.
- Atemporal: puede que tengas un nombre en mente que encaje a la perfección con tu marca en el presente, pero debes tener en cuenta que también se debe adaptar a posibles evoluciones de tu empresa.
- Fácil de recordar: si es un nombre tan complicado que nadie se acuerda de él, es posible que lo tengas que cambiar para mejorar tu imagen de marca. Asimismo, también debe ser fácil de leer y de pronunciar.
- Registrable: muchas empresas se olvidan de este detalle, pero debe estar libre en el registro para que la marca sea legalmente tuya. En el caso de que ya haya una marca con el mismo naming o muy parecido te tocará pensar otro.
- Internacional: en el caso de que vayas a tener compradores en otros países o que exportes algún producto al extranjero, ten en cuenta que el nombre no solo debe sonar bien en el castellano de España, sino también en el español de otros países.
En definitiva, son muchas las características a tener en cuenta para crear un buen naming. Por ello, nuestra recomendación es que contrates a un profesional que se encargue de ello. Si no puedes contratar, entonces debes tener paciencia y probar muchos nombres hasta que encuentres uno que cumpla con todas estas características.
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