Hoy vamos a hablar sobre sombreros con una alta dosis de lujo y extravagancia creados por una de las sombrereras más famosas del siglo XX: Lilly Dache.
Corría el año 1904 cuando Lilly nació en Francia; más tarde cuando era una adolescente dejo los estudios y comenzó a trabajar como aprendiz en un taller de sombreros de su tía. A la edad de 20 años se marchó a Nueva York donde primero trabajó como vendedora en unos almacenes, luego fue costurera en un taller y a finales de los 20 ya tenía su propio negocio de sombreros.
Su éxito coincidió con la Gran Depresión del 29, momento en el cual las mujeres no podían comprarse nuevos vestidos pero si sombreros. Sus diseños eran experimentales e innovadores basados en el uso de cintas, adornos, retales y tejidos drapeados.
Puso de moda los sombreros de ala ancha, los borsalinos con cristales, los turbantes y los tocados con flores gigantes; todos con un toque de glamour y vistosidad.
Sus diseños cautivaron a la alta sociedad y algunas clientas famosas fueron Loretta Young , quien compró los últimos sombreros antes de que Llilly se retirará del oficio o Marlene Dietrich que puso de moda el sombrero de ala ancha.
Pero también llegó al cine y los sombreros vistieron las cabezas de actrices como Audrey Hepburn, Joan Crawford o Carmen Miranda que lució los espectaculares y creativos turbantes adornados con mariposas, frutas y plumas.
Lilly Dache se convirtió en una influyente sombrerera y creó un universo de glamour para sus clientas en sus tiendas de Miami y Chicago donde trabajaban unos cientos de modistos.
Sin duda, los sombreros más chic y elegantes entre los años 30 y 50 fueron y siempre serán de la mujer que amaba el detalle y lo ostentoso: Lilly Dache.
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